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Cuando el recuerdo no es bueno

  • Foto del escritor: Oramosportioficial
    Oramosportioficial
  • 15 feb 2021
  • 2 Min. de lectura

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Salmos 42:1-5

Como un ciervo busca agua fresca cuando tiene sed, así me desespero yo buscándote, Dios mío.2Mi sed es de Dios, del Dios que vive. ¿Cuándo voy a presentarme ante Dios? 3 en lugar de comida, tengo llanto. Me la paso llorando día y noche porque la gente me atormenta todo el tiempo preguntándome: «¿Dónde está tu Dios?» 4 Mi corazón se destroza cuando recuerdo esto. Me acuerdo de cuando guiaba a las multitudes a la casa de Dios, de las alegres canciones de alabanza y agradecimiento de las multitudes en fiesta. 5 ¿Por qué tengo que estar tan angustiado y sufrir tanto? Confía en Dios. Volveré alabarlo por haberme salvado.

PIENSA

Por que la gente me pregunta todo el tiempo ¿Dónde está tu Dios?

Experimentamos que en el 2020 fue un tiempo donde muchos se apartaron, tomaron decisiones incorrectas apartándose de Dios, y también estamos nosotros los que aun seguimos clamando por la conversión genuina, de rendir nuestro corazón completamente a Jesús y persistir en su infinita voluntad.

Sabemos que muchos durante este periodo pudimos pasar por desiertos Espirituales, pero decidimos buscar de Dios para saciar nuestra sed nuevamente.

Ahora estamos en un nuevo tiempo donde el enemigo sigue haciendo presencia, el nos recuerda de lo que no pudimos realizar con nuestro ministerio, familia e incluso con la relación con nuestro Señor, al cual en ocasiones prometemos servir sin temor.

Aun en medio del dolor y del fracaso en nuestro entorno, nos preguntan ¿Dónde está tu Dios? ¿El misericordioso del que nos hablaste? Pero sabes algo … Jesús nos dice en la palabra que él coge todos nuestros pecados y los desecha al fondo del mar y que dejemos de pensar por que nuestra fe nos puede salvar.

También esto nos enseña que a pesar del caos en Jeremías 2: 1-2 el padre nos recuerda quien es nuestra fuente, nos recuerda el primer amor, cuando comenzamos y de donde nos rescató.

Quiero preguntarte: ¿Vamos a dejarnos desaprobar por un recuerdo o porque el enemigo ataca?


ORA

Padre mío y Dios mío, siempre prepárame para la batalla, no dejes que tenga miedo, Yo se que tu eres mi Dios, no hay otro en quien pueda confiar, perdona nuestras rebeliones porque estoy dispuesto en hacer tu voluntad y aceptar tu represión por tu hijo Jesús, Amén.


 
 
 

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