Presas de caza

ESCUCHA

1 Pedro 5:8

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

PIENSA

Los leones tienen éxito durante la obtención de alimento la cual se basa en la cacería en grupo, y esto les ha permitido evolucionar en un ambiente donde no tienen disponibilidad de muchos sitios para protegerse, así como les ha permitido el desarrollo de sus grupos sociales tan organizados. En esta especie, en general son las hembras las que se encargan de cazar a sus presas, ya que son más ágiles y más livianas que los machos, al mismo tiempo que son menos visibles, y lo hacen cuando tienen necesidad de alimentarse.

Siempre acorralan a la presa, sin embargo, al no poseer una gran resistencia para las carreras largas, deben estar cerca de ella para asestar el golpe, muchas veces a menos de 30 metros. Es por ello que “obligan a la presa” a estar más cerca y una vez logrado esto, lanzan todo su peso sobre el animal y, aun siendo algunas especies más veloces que los leones, es muy difícil escapar de ellos una vez que los tienen atrapados. Por esta razón deben aprovechar factores ambientales como la cubierta que les dan los pastizales altos o la oscuridad de la noche que vuelve más vulnerables a algunas presas, como el caso de los elefantes, así como también la dirección del viento.

Las hembras trabajan en equipo rodeando a las potenciales presas desde diferentes ángulos y, de esta manera, luego atacan al animal más débil del grupo. Utilizan en general la estrangulación de su presa, tapándoles la boca y la nariz, ya que el ataque en sí es corto pero eficaz debido a su potente mandíbula. Si se trata de presas pequeñas pueden utilizar sus fuertes patas para dar el golpe final.

Es bastante interesante como el apóstol Pedro nos hace una advertencia a estar siempre vigilantes dice la palabra de Dios Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; Esto nos permite darnos cuenta que en ocasiones descuidamos áreas de nuestra vida lo cual nos pone en una posición desfavorable, y esto nos convierte en una presa fácil para nuestro adversario el diablo.

Es tiempo de entender que somos presas de caza para un león hambriento, pero hoy quiero invitarte a dejar de verte como un cervatillo o un ciervo y te pueda ver cómo un gran elefante, cómo un gran rinoceronte, en grandeza espiritual, cuando dependemos de Dios aprendernos a estar vigilante y esto nos lleva a estar expuestos al depredador.

Amado amigo es el tiempo de velar en oración y sumergirte en la palabra para saber dónde poner tus pasos y estar en lugares seguros, y para que todo esto sea eficaz, es necesario tener una profunda relación con el espíritu Santo.

ORA

Señor Jesús hoy decido prestar la atención suficiente a mi vida espiritual, y así poder ser fuerte para mantener al león hambriento lejos de mi vida, hoy decido valorar mi vida de oración, mi comunión con tu espíritu y deseo atesorar la verdad infalible de tu palabra.

Amén y amén