Tan solo un toque

ESCUCHA

Mateo 9:20-21

Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.

PIENSA

Todos experimentamos durante nuestra vida momentos, tiempos de dolor, de angustia que quieren derribarnos; esta mujer hacía 12 años padecía este sufrimiento, y si pensamos más allá, no solo era el flujo, médicamente lo más posible era que sufriera anemia u otras patologías, y lo más curioso es que la biblia relata que ella había acudido a muchos doctores para tratar de buscar una cura, pero ahora vamos a lo tremendo, ningún doctor pudo darle cura a esto, y solo un toque al manto de Jesús la sanó completamente.

Ahora analicemos esto en contraste con nuestra vida; cuántas veces buscamos soluciones en el mundo, cuantas veces nuestro primer recurso está en el mundo, cuando tenemos alguna necesidad o dificultad, pero la lección de esta mujer fue que por más que busquemos en el mundo, nuestra única y verdadera ayuda, la única esperanza, aun en ello que consideramos imposible.

Necesitas creer en tu corazón que tan solo un toque de Jesús basta para traer libertad total en tu vida, en tu familia, en tus finanzas. Por eso el buscar el rostro de Dios a partir de hoy tiene que ser esa necesidad insaciable de su presencia, permanecer delante de su trono de gracia hallando su favor y misericordia.

Hoy el señor quiere llamarnos a través de esta historia a que volvamos a poner nuestros ojos, nuestra confianza y toda nuestra fe en Jesús que pagó un precio demasiado alto para el perdón de pecados, la sanidad de nuestras enfermedades y darnos una nueva vida.

ORA:

Señor Jesús hoy te pido perdón por que en muchas ocasiones he tenido diferentes problemas y situaciones difíciles y mis ojos los he puesto en el hombre y en las “ayudas” que el mundo me a presentado. Hoy te pido en el nombre de Jesús que por favor mis dudas y mi falta de confianza en ti sean erradicadas por completo de mi corazón, que hoy pueda levantarme como un hombre de Fe y de confianza en tu palabra, porque tú eres un Dios de milagros. Deseo tu toque que pueda transformar todo mi interior y ser un reflejo perfecto de ti.

Amen….